Cómo proteger tus vacaciones del trabajo

Cómo proteger tus vacaciones del trabajo

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Ahora que llega la Semana Santa, ¿cómo te la vas a ingeniar para que las urgencias del trabajo no te impidan descansar y no se entrometan en tu merecido disfrute? Aquí te sugiero siete sencillos trucos para reducir este riesgo al mínimo.

En mis últimas vacaciones pasé unas horas de pie bajo el sol, al lado de la carretera, una mano sosteniendo el portátil, otra mano tecleando emails de trabajo, porque la cobertura sólo llegaba a pocos metros de la carretera. En el camping donde estaba no hay conexión a internet, ni siquiera el teléfono funciona.

Estoy de vacaciones pero…¡tengo trabajo!

Si tienes un trabajo donde en cualquier momento pueden caerte demandas y peticiones que debes atender, o si estás a cargo de áreas de trabajo concretas y te toca resolver urgencias estés o no de vacaciones, sabes de qué estoy hablando.

Tener que trabajar durante las vacaciones es penoso, pero si te vas a un lugar donde haya paz, silencio y naturaleza, es fácil que atender una urgencia se transforme en una experiencia especialmente estresante por las dificultades técnicas añadidas. Sufrir continuas interferencias en las vacaciones es muy frustrante, peor que estar trabajando.

Aquí tienes unas sugerencias muy sencillas que pueden ayudarte a que los imprevistos profesionales no terminen siendo causa de más estrés.

Si sabes que algo puede caer mientras estés de vacaciones, y que si esto ocurre te toca atenderlo, si debes estar alerta en caso haya asuntos que requieren de tu atención, entonces más vale que te organices bien para proteger tus vacaciones del trabajo:

  • Establece cada cuánto tiempo vas a revisar tu mail o el teléfono. Hay pocas urgencias que no puedan esperar una hora, así que evita estar mirando tu teléfono o portátil a cada rato. Ponte una alarma cada hora, si es necesario, y revisa el correo electrónico sólo para ver si hay urgencias, así el resto del tiempo puedes dejar tu mente libre para desconectar y disfrutar plenamente.
  • Si es realmente necesario que controles todos tus mensajes, hazlo una o dos veces al día, a una hora determinada y por un tiempo determinado. Evita engancharte, date un tiempo máximo para esta tarea y cuando se termine ese tiempo, ¡para! Otra vez, usa una alarma para saber que ha llegado el momento de dedicar un tiempo a revisar mensajes, y respeta el límite de dedicación que hayas establecido. No te olvides que estás de vacaciones.
  • Procura tener claro de quién podría venir la urgencia, o quien puede estar esperando algo de ti. De esta forma puedes seleccionar qué mensajes atender y cuáles dejar para la vuelta.
  • Define qué es una urgencia, qué cosas necesitan de tu atención inmediata y cuáles son “urgencias delegadas”, cosas que otras personas deberían haber atendido a tiempo y como no lo hicieron, ahora tratan de colgarte a ti el problema.
  • Ten identificadas las personas que suelen agitar las aguas para nada, las que piden cosas para ya y luego se toman todo el tiempo para darte una respuesta o confirmar. Revisa sus peticiones con cautela y no dejes que invadan tu espacio en vacaciones. Pueden esperar.
  • Es muy posible que aunque en tu entorno profesional sepan que estás de vacaciones, vayan cayendo mensajes y peticiones. Selecciona qué mensajes vas a atender y no dejes que la curiosidad termine por robarte tu disfrute. Los mensajes de trabajo pueden llenar tu mente y hacer que sigas pensando en el trabajo todo el rato.
  • Obvio, pero lo recuerdo por si acaso… Si hay una buena probabilidad de que tengas que trabajar durante tus vacaciones, asegúrate de tener todos los accesos necesarios, las claves y los contactos que puedas necesitar en caso de emergencia.

Recuerda que para ser eficiente y creativa la mente necesita descanso. Si vas de vacaciones, prioriza las vacaciones. Permítete pensar en cosas diferentes, ayuda tu mente a divagar mirando pasar las nubes o viendo cómo rompen las olas o cómo los árboles se bambolean con el viento.

Encuentra intencionalmente tiempo para jugar y también para hacer activamente nada. Olvida las obligaciones, preocupaciones y frustraciones del trabajo, por lo menos por unas cuantas horas.

Tu mente descansada recuperará energías y frescura, y el tomar distancias te permitirá ver las situaciones con más creatividad. Hasta es posible que se te ocurran buenas ideas, pero para ello la mente necesita libertad, descanso y novedades.

Te invito a que comentes y compartas tu opinión sobre cómo proteger tu tiempo de descanso de las interferencias del trabajo y cómo esto puede influir en los resultados profesionales. 

Si tienes experiencias concretas para contar, te invito a que lo hagas, y si quieres puedes contactar directamente conmigo, contestaré personalmente tu mensaje.