Provoca el mejor cambio

Provoca el mejor cambio

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Venimos de un modelo de jefear, no enseñamos a liderar entonces las personas hacen uso de los galones como autoritarismo no como autoridad. Este es el cambio que tenemos que generar, volver al auctoritas que no al potestas, dar contenido interno a las personas y al management.

En esta entrevista a Pilar Gómez-Acebo hablamos sobre la desafección al puesto de trabajo, sobre los jefes tóxicos, el arte de escuchar y observar para saber liderar y sobre cómo provocar lo mejor en la otra persona.

Pilar  tiene una larga trayectoria profesional en el área de la consultoria, los recursos humanos y el coaching. Es profesora en diversas escuelas de negocio, escribe regularmente en periódicos financieros y generalistas (Expansión, El País, ABC, El mundo, Cinco Días entre otros) y ostenta diversos cargos, entre los cuales el de Presidenta de Honor de la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (FEDEPE), Vicepresidenta del Club de Consejeros y Vicepresidenta de la Confederación Española de Directivos de Empresas (CEDE).

Mira aquí el vídeo de la entrevista

Las cifras del “paro interno”

«El verdadero problema que hay que afrontar en la gestión de personas es la desafección al trabajo, el volumen de personas (más del 80%) que sólo trabaja para cobrar a fin de mes, que no se implican en lo que hacen. O generamos un cambio para que a las personas se le devuelva esta implicación, esta involucración en aquello que hacen, o bien esta cifra va a impedir que baje el paro externo – el dato global que se sitúa alrededor del 22,7% en julio de 2015 –. »

Jefes tóxicos

«Venimos de un modelo de jefear, no se ha enseñado a ser líder entonces las personas hacen uso de los galones como autoritarismo no como autoridad. Este es el cambio que tenemos que generar, volver al auctoritas que no al potestas (liderazgo reconocido por autoridad moral en contraposición al liderazgo por cargo y jerarquía), dar contenido interno a las personas y al management.

Dedicar tiempo a las personas es invertir, el “buenos días” va a la cuenta de resultados. Esto yo lo he podido demostrar desde un taller de coches hasta un consejo de administración, donde te puedes cargar tranquilamente una reunión por la comunicación no verbal o puedes conseguir que haya un acuerdo, un pacto.

Si no sabemos sentarnos y llegar a acuerdos alrededor de una mesa, de poco nos sirve haber llegado a la Luna. Y esta es la diferencia entre liderar y jefear. Que disfrutes con los demás, y no que por la mañana solamente con la forma de pisar le estoy diciendo a la gente “otras 24 horas que te tengo que aguantar”.

Esto se traduce absolutamente en resultados. Y esto es lo que creo que hay que empezar a trabajar cuanto antes porque es lo que nos permitirá volver a generar riqueza por delante de ganar dinero

Cómo cambiar

El cambio se consigue provocando que pueda salir lo mejor de cada uno. Ya luego se conjugará, que es mucho más fácil de lo que parece conseguir objetivos comunes cuando cada cual ha conseguido sacar lo mejor de sí mismo, el mejor enfoque, la mejor actitud. Entonces por sí sola la persona tiende mucho más a conjuntar.

Es por esto que me hice “provocadora profesional”: provocar que salga lo mejor de cada uno a escena, y desde allí facilitar de verdad el cambio. Cuando uno ve que es uno mismo el que es capaz, lo compra y lo asume, lo asimila y lo digiere mucho antes que si se lo razonas pero él no ve ninguna mejora en sí mismo sino que ve que ganas tú y pierde él. Cuando alguien gana y alguien pierde hay revancha,  sin embargo cuando ves que aunque gane el otro tú has ganado, te compensa.

Este es un escenario que hay que entrenar en la toma de decisiones, en el debate y en el diálogo: provocar lo mejor del otro, no lo que el otro quiere de ti. Allí es donde se centran demasiados debates que se van a pique precisamente por este enfoque, porque cuando provocas lo mejor de una persona estás tocando su esencia, sus causas.

Y sólo cuando tocas causas modificas consecuencias.

Estamos probando que efectivamente funciona, que se llega a acuerdos y a alianzas, que un emprendedor es capaz de sacar su vocación y no solo la supervivencia de un mal momento donde no tengo más remedio que emprender: bien vale pero ¿además qué?

Esto (la vocación) que surge en aquel que empieza un negocio por cuenta propia, o que trabaja por cuenta ajena, o que dirige organizaciones, es fundamental. Es crear un estilo de persona cada vez más madura, cada vez más sólida que se asoma más a los demás porque no tiene miedo a sí misma.

Provocar es un poco el arte de poner al otro frente a sí mismo, con mano tendida para que crezca, no con revancha o con el juego de quien tiene más razón.

Al final, cada ser humano es líder de sí mismo.

Dónde encontrar recursos

«Casi todos los programas de alta dirección se han enfocado hacia lo técnico y no hacia este ámbito de las relaciones humanas, que es inteligencia emocional y también relacional, cómo usas la inteligencia emocional en la relaciones.

Yo estoy colaborando con 14 o 15 escuelas de negocios y centros de formación de alta dirección y estoy tratando de que haya una asignatura que se llame Observación y Escucha, porque se sabe que el que más observa y más escucha es el que siempre gana las negociaciones.

Esto es un cambio necesario, lo que hay que poner a la base del entrenamiento y del trato entre las personas, y es lo que estamos tratando de llevar poco a poco a todos los centros donde se forma y se perfecciona a la gente que quiere estar al frente de grupos de personas. El día a día y los resultados van a ir exigiendo este perfil cada vez más.»

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