Liderar con resiliencia la gestión de crisis: cuando se trata de pensar lo impensable, las Fuerzas Armadas tienen mucho que aportar, afirma el general Alberto Asarta, porque están preparadas para enfrentar el mayor caos que podamos imaginar, la guerra.
En esta entrevista el general Asarta habla sobre su visión del liderazgo como instrumento para motivar y hacer que el grupo, la comunidad, se lidere y alcance su meta, su misión, pase lo que pase.
Nos encontramos en Somero 2015, foro de la economía p2p que este año ha puesto el foco en la web social, el conocimiento en acción y el diseño compartido de economías y ciudades. El general Asarta ha facilitado un taller sobre resiliencia y gestión de crisis. ¿Qué lecciones podemos rescatar para la gestión de la crisis en una empresa u organización?
Aquí la grabación completa de la entrevista.
“La fuerza para liderar situaciones de conflicto real viene de tu preparación y experiencia, más el ejemplo que tienes que dar permanentemente. El líder se hace asumiendo responsabilidades y dando ejemplo. Lo de las responsabilidades siempre me gusta dejarlo bien claro: las responsabilidades hay que asumirlas. Cuando llega el momento no te puedes poner de lado, te debes poner de frente y asumir que te vas a equivocar, lo tienes que tener asumido, pero te vuelves a levantar y vuelves a asumir responsabilidades. Con este entrenamiento de asumir responsabilidades, con tu preparación y con el ejemplo, consigues la confianza de tus subordinados y así logras llevar a todos hacia el conseguimiento de la misión de una manera armónica y efectiva.”
Entre los años 2010 y 2012, el general ha sido comandante en jefe de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (UNIFIL) donde estuvo al mando de 12.500 soldados de 36 nacionalidades y de más de 1.000 civiles. Con anterioridad había participado en misiones en El Salvador, Bosnia e Irak.
Sobre responsabilidad y autoridad
¿Cuánto es importante que la persona en el cargo empodere a su gente, sean subordinados, miembros del equipo o colaboradores? Asarta responde de manera incisiva: “¡Importa y mucho! Hay personas y mandos, y jefes en las empresas, que delegan la responsabilidad pero no delegan la autoridad. ‘Sigo siendo el jefe y paso por tu oficina todos los días para que me des explicaciones de lo que estás haciendo’. Esto es un error. Cuando se delega hay que delegar la responsabilidad y la autoridad, deben ir juntas. Para mí el buen líder es aquel que delega la responsabilidad y la autoridad. La esfera de control en cualquier actividad de la vida hoy en día es cada vez más amplia y estamos más tecnológicamente avanzados. Tienes que delegar porque no tienes más remedio, nuestras capacidades son limitadas. Tienes que confiar en tu gente.”
El acto de delegar implica la entrega de la responsabilidad y la autoridad, porque empoderar al equipo tiene un impacto directo en su capacidad de superar crisis: “Un líder sin subordinados no tiene nada que liderar” aclara el general Asarta, “pero si el grupo está cohesionado y bien liderado, aunque el líder desaparezca por las razones que sean, automáticamente de ese grupo saldrá otro líder emergente que se hace cargo del grupo y siguen, luego ya tienen su líder.”
“Para ser líder necesitas entrenamiento, amor a la responsabilidad, esto te va a dar la experiencia, y junto con la preparación vas a infundir confianza en tus subordinados.
Dicen que el líder es aquella persona que sabe lo que tiene que hacer por su capacidad, acción y opinión. El devenir de tu actividad luego dirá si eres o no líder, y no es precisamente uno que debe decir soy líder. Cuando me dan el mando de una unidad soy un jefe porque me han dado esta autoridad pero luego me tengo que ganar a la gente y tengo que ser el líder de verdad de esta gente, que confíen en mí de verdad. Esto me lo tengo que ganar todos los días.”
Cuando ha tenido autoridad sobre otras personas en ambientes complicados con un grado importante de riesgo para la seguridad, Asarta ha asumido la responsabilidad con una determinación muy clara: “Me voy a entregar, me voy a dar a esto, las 24 horas del día. Esta es mi misión, voy a hacerlo bien, voy a intentar ser un ejemplo aunque por mi naturaleza se ser humano cometa errores.”
Mira aquí el vídeo de la entrevista
La clave para que tu gente reconozca que estás haciendo lo mejor que sabes, es tu propia autoconfianza. En el momento en que intencionalmente basas tus decisiones y acciones en valores y asumes la responsabilidad de llevarlas adelante, refuerzas tu claridad y congruencia y esas acciones serán de mejor calidad.
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